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  Chicago: un equipo de Selección
 

Chicago: un equipo de Selección

 

En 1962 se jugó el Primer Campeonato Sudamericano de Segunda División. Del plantel de 17 jugadores que representó a Argentina, 13 eran del equipo de Mataderos. Fue subcampeón y hubo polémica en el final.

 
DE CELESTE Y BLANCO. El plantel que representó a Argentina en el Sudamericano de Lima. La mayoría de los jugadores eran de Chicago. Arriba: Juárez, Vázquez, Pérez, Vigo, Zárate, Fleitavinos, Fernández, Germinaro, López y Molinari. Abajo: Daquarti, Marchesse, Calandria, San Lorenzo, Aguilar, Salomón y González. (Foto gentileza Daniel Mastroianni).

Daquarti, Calandria, San Lorenzo, D'Ascenzo y Casanovas integraron la delantera más famosa de la historia de Chicago y del fútbol de Ascenso. Les faltó el título. El mayor momento de esplendor fue en 1958, cuando el equipo se consagró subcampeón, detrás de Ferro. De a poco, el equipo comenzó desmembrarse. En 1960, Edgardo D'Ascenzo pasó a Independiente y en 1962 lo acompañó Alberto Daquarti. Después del gran torneo de 1958, repitió una excelente campaña en 1961, en la que terminó tercero. A la última fecha, Quilmes y Newell's llegaron punteros con 44 unidades y Chicago tenía 43. Chicago le ganaba a Quilmes 3-2 en un electrizante partido y se consagraba subcampeón (Newell's venció 2-0 a Morón), pero el Cervecero empató faltando 12 minutos y se quedó con el segundo puesto. El torneo lo ganó Newell's, pero como se le comprobó un caso de incentivación , finalmente fue Quilmes el que subió a Primera. "Para el Sudamericano de Ascenso en Lima de 1962 se había intentando formar un equipo integrado por jugadores de todos los clubes, pero el proyecto se cayó. Allí intercedió un dirigente de Chicago, que logró que llevar a todo el equipo con algunos refuerzos", cuenta el colega Daniel Mastroianni, todo un experto en la historia de Nueva Chicago.

El torneo se jugó en Lima del 25 de enero al 5 de febrero y participaron además Brasil, Chile, Perú y Paraguay. El plantel argentino estuvo integrado por: Arturo López, Obdulio Oneto, Héctor Fernández, José Molinari, Roberto Pleitavinos, José Zárate, Julio San Lorenzo, Norberto Calandria, Alberto Daquarti, José Leónidas Juárez, Juan Carlos Vázquez, Alberto Horacio González y Juan Carlos Salomón, todos de Chicago. También viajaron Hebert Pérez (Sarmiento), Juan Carlos Aguilar (Excursionistas), Juan Carlos Vigo (El Porvenir), Adalberto Marchesse (Newell's); y luego se incorporó el arquero Rubén Germinaro (Sarmiento) porque se lesionó Oneto. El entrenador fue el Colorado Manuel Giúdice, quien luego se coronaría campeón con Vélez del Nacional 68 y con Independiente de la Libertadores 70. La delegación la completaron el preparador físico Jonathan Pardiez, Juan Calero y Persi, presidente de Chicago, y Jorge Diz, delegado del club.

En el debut, Argentina derrotó a Paraguay 3-2, con goles de Alberto González, Julio San Lorenzo y Salomón; y esta formación: Onetto; Pérez y Pleitavinos; Zárate, Vázquez y Molinari; Daquarti, Calandria, San Lorenzo, Aguilar (Salomón) y González. Luego, el 31 de enero, venció a Perú 3-1, con otros dos goles de San Lorenzo y uno de Marchesse. El 3 de febrero, Argentina y Brasil igualaron 0 a 0. En la última jornada, el 5 de febrero, Argentina igualó 2-2 con Chile (Marchesse y Daquarti) y Brasil, que superó 3-1 a Perú, se quedó con el título.

El último partido del torneo desató la ira y el enojo de los jugadores argentinos por el arbitraje del brasileño Olten Ayres de Abreu. "Argentina terminó en ventaja 2 a 1 la primera etapa, con goles de Marchetti (sic) (15') y Dacquarti (28'); por Chile, anotó Cárdenas a los 17 ", cuenta Clarín en su edición 7 de febrero de 1962. Y continúa: "El gol del empate lo consiguió Verdejo a los 11' del segundo tiempo, de tiro penal. A causa de este gol se produjo un grave incidente motivado por las protestas de los jugadores argentinos". El árbitro echó a Juan Carlos Vázquez (falleció el martes pasado tras una larga enfermedad) y "una vez finalizado el cotejo, los jugadores argentinos declararon que el empate era obra exclusiva del árbitro, a quien acusaron de parcialidad", concluyó Clarín. La revista El Gráfico, en cambio, que durante la disputa del torneo no publicó una sola línea sobre el torneo, dos semanas después le dedicó una doble página a los incidentes, bajo los títulos: "Fotos, Hechos. ¿"Patriotismo" de un juez? ¿"Patriotismo de futbolistas?" La revista, dirigida por entonces por Dante Panzeri, llevaba adelante una campaña moralizadora del fútbol argentino y fue muy crítico con la actitud de los jugadores argentinos. El técnico Manuel Giúdice fue a la redacción, a contar los hechos, y esta fue la respuesta en las páginas de El Gráfico: "Le admitimos a usted, don Manuel Giúdice, su versión sobre el patriótico señor de Abreu. Le admitimos a usted sus dudas. Es posible que las compartamos. Ponderamos el ejemplar comportamiento de sus jugadores en la calle y en el hotel. Conocemos su hombría de bien y también sabemos hasta dónde es capaz de transmitirla. Sabemos de sus esfuerzos para impedir los hechos. Lo sabemos incluso por el ejemplar de La Crónica , de Lima, que tenemos en nuestras manos y que destacan a usted, a Heber Pérez y a Julio San Lorenzo. Pero, ¿qué hacemos, don Manuel? ¿Lo justificamos? ¿Lo silenciamos? ¿Podemos exaltar el sentimiento patriótico de sus jugadores usando la casaca nacional para exteriorizar la contrariedad de una derrota a manera de pendón guerrero? ¿Acaso no censura usted y censuraríamos también nosotros si estuviéramos seguros que el señor de Abreu hizo prevalecer en el arbitraje sus saudades por "a terra brasileira". Capitalizamos su palabras. Pero también capitalizamos las fotos..."

 
   
 
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